ALIMENTOS SIN DESPERDICIO
15/10/2021
Casi una tercera parte de la comida que se produce en el mundo va directamente a la basura. España contará con una ley para prevenir este despilfarro que el planeta no se puede permitir.
Producir lo que comemos tiene un gran coste en muchos aspectos y despilfarrarlo no es ni más ni menos que una falta de respeto hacia el planeta, hacia el trabajo de agricultores y ganaderos y hacia nosotros mismos.
Según datos de la FAO se estima que alrededor de un tercio de la producción mundial de los alimentos destinados al consumo humano se pierde o desperdicia en todo el mundo, lo que equivale a aproximadamente 1.300 millones de toneladas al año. Esto supone el empleo del 30% de la superficie agrícola del planeta (unos 1.400 millones de hectáreas) y de 250 millones de metros cúbicos de agua (casi 75 veces el consumo anual de España) para producir alimentos que acaban en la basura. Económicamente también supone un elevado coste, pues equivale a perder 2,5 billones de dólares por año, equivalente al PIB de Francia.
Solo en los hogares españoles se tiran anualmente a la basura 1.364 millones de kilos (o litros) de alimentos, una media de 31 por persona en 2020. Los perjuicios que provoca esta práctica son variados, pero sin duda el más próximo es la pérdida económica que implica desperdiciar comida que ya hemos pagado. Asimismo, está la cuestión medioambiental: para producir alimentos hay que gastar recursos (agua, suelo), energía y emitir gases contaminantes; gastos y emisiones que pierden su sentido si el producto que se obtiene de ello no se aprovecha. Pero también plantea una evidente cuestión ética: según datos de la FAO, actualmente hay más 800 millones de personas en el mundo que pasan hambre, y otros 1.600 millones que tienen problemas de nutrición.
Más información y Fuente: La Tribuna de Cuidad Real