ALERTAS ALIMENTARIAS: LA DELGADA LÍNEA ENTRE LA INFORMACIÓN Y LA ALARMA
26/11/2018
Hace pocos días, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba del contenido de sulfitos no declarados en un lote de producto “sardinas saladas prensadas” de la marca Angomar (con fecha de consumo preferente y número de lote: 18-02-19. Formato 320 g.).
Así, se hacía eco de una alerta de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), trasladada por las Autoridades Sanitarias de la Comunidad Valenciana. Como medida de precaución, el comunicado señalaba la recomendación a los consumidores alérgicos o intolerantes a los sulfitos que se abstuvieran de consumirlo. Para el resto, “el consumo de estos productos no comporta ningún riesgo”, apuntaba la nota.
QUÉ SON LOS SULFITOS Y QUÉ DAÑO PUEDEN HACER
El Dr. Pedro Ojeda es el director de comunicación de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica. En declaraciones a este medio, explica que “los sulfitos son antioxidantes. Se emplean como conservantes en alimentos y medicamentos y están aceptados por la normativa europea para su uso en alimentación humana”.
El experto apunta que “no existe la alergia a los sulfitos, pero sí la intolerancia. Este tipo de pacientes, al consumir alimentos con sulfitos, presentan síntomas de irritación de garganta, rinitis y, en algunos casos, asma. Más allá de estos efectos transitorios, no se han descrito
problemas más graves”. Del mismo modo, estos síntomas pueden experimentarlos personas sin intolerancia “si consumen sulfitos en grandes cantidades, por lo que las autoridades sanitarias recomiendan no sobrepasar ciertos límites”.
Más información y fuente: FoodRetail