ESPAÑA DA EL PRIMER PASO PARA REAPROVECHAR EL DESPERDICIO DE COMIDA
14/07/2017
La ecuación parece sencilla: dar al necesitado lo que le sobra al que no lo está. Un gesto que, extendido al excedente de comida que se tira a la basura en hogares, supermercados, restaurantes y cadenas de restauración, multiplicaría sus efectos y podría taponar cualquier crisis alimentaria. Es lo que en buena medida se ha logrado en Italia, desde que en 2003 aprobase el proyecto Siticibo para donar a bancos de alimentos la comida sobrante. Con él han pasado de 88.000 raciones de comidas excedentes en 2005 a 1.560.000 en 2015, que se repartieron entre 8.100 instituciones benéficas. Un precedente que España puede tomar como ejemplo para desarrollar su «ley del Buen Samaritano», a la que el Congreso dio el primer empujón el pasado 29 de junio y que ahora debe seguir su tramitación parlamentaria. Solo naciones como Francia e Italia han auspiciado ya normativas, como la del citado proyecto Siticibo, dirigidas a reducir el volumen de desechos alimentarios. «Creemos que España está en el momento idóneo para coger la delantera en este campo. No llega tarde. Lo importante ahora es que acelere», comenta a ABC Octavio Llamas, presidente de Marcas de Restauración, en la que se enmarcan 36 cadenas de alimentación como Vips, Rodilla, McDonald’s y Telepizza, entre otras. Esta asociación de cadenas impulsó la ley del Buen Samaritano que el Grupo Parlamentario Popular presentó al Pleno del Congreso para su debate a finales de junio.
Lo que queda claro, al albur de las cifras que recientemente se expusieron en el Parlamento Europeo, es que el mundo está lleno de contrastes sin mucho sentido.
De un lado, en abril de 2011 la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) avanzó que se pierde un tercio de la producción mundial de comida destinada a la alimentación humana. Esto son 1.300 millones de toneladas de comida, cada año que se podrían reaprovechar, pero que van directamente al vertedero. El hecho es simultáneo - advirtió la FAO a la conciencia planetaria- a que haya más de mil millones de personas que sufren hambre en el mundo. Y aún añadió una disparidad más: una de cada seis personas en el mundo está pasando hambre, a la vez que 400 millones de personas padecen obesidad.
Ahí estaría la primera razón social para estimular el reaprovechamiento de los millones de toneladas que van a la basura. En el caso de España, son 7,7 millones de toneladas anuales, menos del 10% del desperdicio alimentario que se genera en la Unión Europea (UE), de acuerdo con datos de la Oficina de Eurostat. El nuestro es el séptimo país en el viejo continente que más desperdicia la comida, situándose detrás de Reino Unido, Alemania, Holanda, Francia, Polonia e Italia.Consenso político
La iniciativa consiguió el apoyo mayoritario de todos los grupos políticos de la Cámara Baja. Lo que se pretende de momento con esta ley del Buen Samaritano es desarrollar un marco regulatorio jurídico para que las empresas y también los particulares puedan donar alimentos, mejorar la eficiencia del suministro y consumo de los mismos y reducir los niveles de despilfarro de comida, según señaló la portavoz adjunta de los populares en el Congreso, María Jesús Bonilla, en su presentación. Una vez aprobada la ley, que podría estar lista, como pronto, el próximo noviembre, se articularían medidas para hacerlo, a nivel autonómico y/o municipal, ya que la ley en principio tiene un solo punto y no contempla todo el procedimiento para el rescate de productos alimentarios frescos y cocinados
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