NUNCA LAVES EL POLLO CRUDO: ES UN RIESGO PARA TU SALUD
22/02/2020
Algunas personas tienen la costumbre de lavar el pollo crudo antes de cocinarlo, pero esta práctica supone un riesgo para la salud. Lavar el pollo crudo favorece la dispersión de bacterias patógenas por la cocina. ¿Qué bacterias? Sobre todo, Campylobacter, que está presente en el intestino de animales sanos, como el pollo y el pavo, y que puede contaminar con facilidad su carne (y nuestros utensilios de cocina) si no se toman las medidas oportunas. En el siguiente artículo, resolvemos las principales dudas sobre las bacterias del pollo y te contamos cómo manipularlo para evitar riesgos.
La popularidad del pollo en la dieta es relativamente reciente. Hasta la década de 1950 apenas se comía. Era un alimento de lujo reservado para ocasiones especiales, como navidades y otros banquetes. Desde entonces, el desarrollo de la ganadería intensiva ha permitido un aumento tan significativo de la producción, que la carne de pollo se ha convertido en uno de los alimentos más consumidos.
Para hacernos una idea, en España, cada persona come 13 kilos de pollo al año. Es el tipo de carne que más se consume (supone un 38 % sobre el total) y es tan popular que la pechuga de pollo ocupa el cuarto puesto entre los platos más ingeridos, por detrás de la ensalada verde, la pizza y la ensalada de tomate. Teniendo esto en cuenta, es fácil imaginar que cualquier problema relacionado con la seguridad alimentaria del pollo puede tener un impacto notable sobre la salud de la población.
Cuando se habla de pollo y seguridad alimentaria pensamos casi exclusivamente en dos cuestiones: los contaminantes de origen químico (en especial, residuos de medicamentos como hormonas y antibióticos) y la responsabilidad de la industria alimentaria sobre ello.
Más información y fuente: Consumer