EL LENGUAJE DE LOS ENVASES
01/03/2019
Igual que... Para una televisión o un móvil miramos las instrucciones de uso, o en la ropa las condiciones de lavado y planchado. ¿Por qué cuando compramos un envase no miramos sus instrucciones? ¿Sirve mi envase para calentar en microondas?, ¿Para congelar?, ¿Se pueden meter en el lavavajillas?, ¿Qué son esos números que aparecen en el envase? Algunas de estas preguntas pueden ser respondidas por el propio envase, tan solo hace falta “escucharlo”, o más bien, saberlo leer. Lo primero: La seguridad del consumidor.
La Autoridad Europea de Seguridad alimentaria (EFSA) evalúa la seguridad de las sustancias usadas en la fabricación de los envases y es sinónimo de independencia, transparencia y objetividad en la evaluación del riesgo. Es el organismo evaluador de referencia para toda la Unión Europea. El uso de las sustancias evaluadas hace que todos los envases comercializados en la Unión sean seguros para el uso al que van destinados.
Cuando una imagen vale más que mil palabras. Ya el Reglamento (CE) Nº 1935/2004 establece que objetos que aún no estén en contacto con alimentos cuando se comercialicen irán acompañados de entre otros:
- Los términos «para contacto con alimentos», o una indicación específica sobre su uso, tales como máquina de café, botella de vino, cuchara sopera, o el símbolo de la copa y el tenedor y, en caso necesario, de las instrucciones especiales que deban seguirse para un uso adecuado y seguro. Este símbolo NO es obligatorio cuando no haya dudas sobre su uso, pero es habitual que muchos operadores lo incluyan en los envases aptos para uso alimentario.
Más Información y Fuente: AECOSAN