PASTILLAS Y BEBIDAS DE LABORATORIO. ¿ES LA COMIDA DEL FUTURO?
28/07/2017
Las empresas que trabajan en este tipo de productos están creciendo por doquier
Es una pregunta recurrente cuando pensamos en la comida futurista. ¿Nos alimentaremos de pastillas creadas en laboratorios? ¿No cocinaremos ni nos preocuparemos por sentarnos a la mesa? ¿Recibiremos la energía en forma comprimidos que ingeriremos mecánicamente, como robots que recargan sus baterías?
Aunque no se trata de un tema nuevo, en los últimos meses han aparecido más laboratorios que fabrican supuestamente esa comida del futuro. Batidos y cápsulas que presuntamente nos deberían proporcionar un perfecto balance nutricional, incluso en algunos casos, dejando de lado la comida sólida. ¿Qué hayde cierto en ello?
Acaba de llegar a España Maná Drink, comida líquida diseñada en el laboratorio que se vende como “la bebida nutricional para el estilo de vida del siglo XXI” y ya está en el mercado en 29 países. Una dosis de 330 ml cubre, según el fabricante Heaven Labs, un 20% de las necesidades nutricionales diarias del cuerpo humano. Hecha a base de ingredientes natural como lípidos de algas marinas, aceite de coco y fibra de avena, “aporta hasta 400 calorías y puede reemplazar totalmente cualquier comida del día”.
Fuentes de la empresa explican a Comer que incluso están trabajando con la Agencia Espacial Europea para elaborar, a partir de 2018, las comidas de los astronautas en sus viajes espaciales. No es un producto del todo nuevo, aunque en Maná Drink aseguran que han dado un paso más respecto a sus competidores, elaborando una fórmula mucho más compleja.
El fabricante de una de estas bebidas explica que una dosis de 330 ml cubre un 20% de las necesidades diarias del cuerpo humano
Entre sus predecesores se encuentra el ya popular Joylent, una marca de batidos (versión europea del norteamericano Soylent), que también se comercializa desde hace unos años como alternativa a la comida sólida. Una de las personas que ha experimentado con estos preparados es Javier Lacort, periodista y curioso de todas estas nuevas propuestas de alimentación.
Su estilo de vida no le dejaba demasiado tiempo para la cocina. “Me gusta malcomer hamburguesas, pizza, pasta de cualquier manera… Y tenía curiosidad por saber qué pasaba”, cuenta a La Vanguardia Digital. Estuvo un mes entero ingiriendo únicamente Joylent y agua.
Cuando terminó, unas analíticas de sangre mostraron que su estado de salud era bueno, e incluso un poco mejor que con su alimentación habitual. Sus niveles de hierro y colesterol, por ejemplo, mejoraron. “Ahora bien, comer es un placer. Tengo claro que no volveré a tomar solo esos batidos de forma continuada. Pero los sigo consumiendo de vez en cuando”.
Más información en, Fuente: lavanguardia.com