DE LA MESA AL CAMPO: EL CONSUMIDOR MARCA LA PAUTA DE LA INNOVACIÓN ALIMENTARIA
14/07/2017
El perfil del consumidor ha cambiado. La guerra abierta contra el azúcar y el aceite de palma y el aumento de los hogares formados por una única persona han dejado paso a la demanda de una alimentación sana, fácil de preparar, de volumen y tamaño reducido, a buen precio y con un empaquetado sostenible y adaptado a las cantidades que realmente se consumen. El directivo de Ainia explica en este mismo sentido que la innovación es un binomio entre consumidor y tecnología, por lo que no se pueden desarrollar nuevos procesos sin pensar en él. "El consumidor es el fin y la tecnología es el medio. Dedicamos muchos esfuerzos a conocer al consumidor. No tiene sentido la aplicación de la tecnología por sí misma sin conocer las necesidades del consumidor, porque entonces lo que hacemos no es innovación. La innovación sólo existe si cubre o responde a una necesidad del consumidor", dice Ortuño. Así, desarrollamos nuevos sistemas de conservación o envasado, para alargar la vida útil del producto utilizando menos aditivos, o trabajamos en procesos más sostenibles porque son exigencias del consumidor, y por ello de la industria y la distribución.
El perfil del nuevo consumidor, que a su vez es más urbanita, ha sido trazado en los últimos informes sectoriales y deja claro que el futuro de la industria alimentaria, desde el campo hasta el supermercado, pasa por la innovación para atender las nuevas necesidades de los clientes que, ahora más que nunca, fija el camino a seguir por los bienes y servicios. "La marca ya no es lo que cuentas al consumidor, si no lo que hablan entre ellos.
Se han convertido en prescriptores. Por eso es básico convertir la cadena alimentaria en una cadena valor con innovación, a través de la colaboración y la eficiencia de todos los intervinientes en la misma, productores, industria y distribución", explica Ricardo Delgado, presidente de la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (Covap), en un observatorio organizado por este diario con el patrocinio del Foro Interalimenario.
La idea de que el futuro del sector gira en torno a la innovación para satisfacer las necesidades del cliente o jefe, como es conocido el consumidor en las entrañas de Mercadona, es común a las empresas de toda la cadena, pero Víctor Yuste, director general del Foro Interalimentario, y Ricard Cabedo, director de relaciones empresariales de Mercadona, van un paso más allá al asegurar que "quien no innove, no sobrevivirá", ya que "el mercado terminará por expulsarlos".
En este sentido, el directivo de la cadena valenciana asegura que se está viviendo un cambio de paradigma en la industria, ya que el cliente debe marcar la pauta de lo que se produce y cómo se produce en el campo. "El consumidor es el faro y toda la innovación que se vaya a hacer tiene que estar volcada a satisfacer una necesidad del jefe y, si no, no tiene sentido.
Siempre se habla del campo a la mesa y la verdad es que es de la mesa al campo, porque donde nace todo es en el consumidor y todos los eslabones de la cadena tenemos que estar volcados en satisfacerle", asegura Cabedo en el observatorio organizado por elEconomista en el que también participaron Roberto Ortuño, directivo de Asistencia Tecnológica y Servicios Analíticos de Ainia, y Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.Binomio tecnológico
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