CRYPTOSPORIDIUM, UNO DE LOS PARÁSITOS TRANSMITIDOS POR EL AGUA MÁS COMÚNES EN PAISES DESARROLLADOS
12/05/2017
El parásito Cryptosporidium es uno de los más comunes transmitidos a través del agua en los paises desarrollados. Destaca por afectar principalmente a niños y puede prevenirse con un tratamiento adecuado de las aguas de consumo y de recreo, en combinación con una correcta higiene personal. Según los últimos datos epidemiológicos, España registró 582 infecciones por Cryptosporidium durante 2015 en 7 Comunidades Autónomas. Cryptosporidium es un protozoo parásito que infecta las células epiteliales del tracto digestivo de animales vertebrados, incluido el hombre, para poder sobrevivir. Dentro de su ciclo vital en el huésped, el parásito adopta la forma de ooquistes esféricos, que pueden tener la pared gruesa o delgada. Los últimos se desarrollan e inician un nuevo ciclo de vida en el interior del anfitrión provocando la infección por cryptosporidiosis, mientras que los que están protegidos por la pared gruesa son excretados con las heces. De este modo, Cryptosporidium se expande a nuevos anfitriones por via fecal-oral. La Criptosporidiosis produce fiebre, dolores intestinales y diarrea. No existe un tratamiento específico para esta infección, que en personas con problemas immunológicos o pacientes de corta o avanzada edad puede llegar a ser grave. Los ooquistes excretados son muy resistentes a condiciones ambientales adversas y a la mayoría de desinfectantes y antisépticos, pudiendo sobrevivir durante meses, hasta que son ingeridos por un nuevo anfitrión. ¿Cómo sucede esto? Por contacto directo o indirecto con las heces infectadas: ya sea por contacto entre personas, animales o alimentos contaminados, como por contacto con aguas recreacionales, aguas de piscinas o aguas de consumo en las que estén presentes los ooquistes. La capacidad de infección de los diminutos ooquistes en el ambiente permanece muy alta y la ingestión de tan sólo un ooquiste tiene probabilidades de convertirse en una infección. Una vez que son ingeridos, los ooquistes se instalan en el intestino delgado del nuevo anfitrión donde, estimulados por la temperatura del cuerpo y las sustancias presentes en el tracto digestivo, su gruesa pared se abre y libera los cuatro esporozoitos móviles que alberga en su interior. Estos se encargan entonces de infectar las células epiteliales del intestino delgado, principalmente en el yeyuno y el íleon, y de reproducirse creando nuevos ooquistes. Fuente: higieneambiental.com